Cuando apareces…

Abres la puerta al llegar

y los escalones se emocionan

por sentir tus delicados pasos

hacia mi habitación.

 

Toco con los labios

el rojo herido del cielo

en los atardeceres de noviembre

cuando decides aparecer.
Adivino con la mirada

el mayor de tus miedos

cuando tus ojos verdes

me atraviesan con sus rayos de luz.

 

Acaricio tus parpados

antes de que amanezca

y después descubrirte

mujer.

Desnuda.

Completa.

Hermosa.

 

He decidido vencer las sombras,

olvidar los años de invierno,

contar los segundos mientras llegas,

y cuando llegas, enamorarme un poco más.

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