Desde el fondo profundo de tus ojos,
yo observo la neblina que cubre la ciudad
en una mañana de domingo en calma.
Las hojas caídas de un bosque sin descubrir
donde se perdieron todas dudas.
Las preguntas que me haces cuando callas
y las dejas escritas en el espejo.
Desde el fondo profundo de tus ojos,
yo te observo, yo te siento,
cada latido, cada lagrima que me toca.
Las láminas de casas que el viento levanta.
El olvido que corre con las horas.
El amor perdido en la banqueta
donde cada mañana esperas el autobús.
¿Qué será de mi cuando ya no tenga tus pupilas
para ver el mundo desde tu perspectiva?