Te regalo abril por si algún día me olvidas,
por si los atardeceres rojos de marzo no te bastan,
y la luna con su llegada no te abraza
como quien abraza la ternura de un amor de madrugada.
Te regalo una noche llena de estrellas,
el catorce de abril y un aniversario fallido
por si decides retomarnos y hacer de cuentas que seguimos.
Te regalo un cenicero vacío
por si las cenizas de nuestra historia
las quieres desechar
y el viento las quiere guardar.
Te regalo Viena o Venecia
y la Torre Eiffel con una moña
te regalo cualquier ciudad
por si algún día la quieras compartir conmigo.
Te regalo un amor eterno,
aunque ya no estés conmigo,
te guardo en la memoria
y siempre, en el corazón.