Un único destino

Que su alma sea mi destino,

su mirada, mi camino.

Que mi pasaje de ida,

sin escalas, ni regreso,

sea su boca sujetada de la mía.

Que para ingresar a su corazón,

ella no me solicite visa.

Que sea yo, hasta el último día,

el único visitante de su cuerpo.

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